¿ como prevenir los efectos secundarios de entrar en citosis?

Las dietas donde se prescinde de los hidratos de carbono se están convirtiendo en un dolor de cabeza para los entusiastas del mundo de la dietética.

La manera en que funcionan promete ser demasiado simple, al menos en teoría: eliminas los carbohidratos y tu cuerpo empieza a agotar las reservas de grasa para compensar la pérdida. Este proceso se conoce como cetosis, y cada vez son más quienes se atreven a probarlo, sin examinar sus posibles consecuencias.

Como todo proceso novedoso, la cetosis genera no pocas dudas. Si bien las dietas que generan cetosis son consideradas seguras para la mayoría de las personas, existen algunas consideraciones y efectos secundarios que vale la pena tener en cuenta antes de intentar una de ellas.

¿En qué consiste la cetosis?

Un primer error de interpretación, que hace que muchos se sientan desalentados a entrar en cetosis, es la confusión con el término cetoacidosis. La cetoacidosis es una anomalía de la diabetes en que el cuerpo quema grasa en lugar de azúcar. En cambio, la cetosis es un proceso metabólico algo similar, pero más sencillo y mucho menos dramático.

En líneas generales, entrar en cetosis consiste en reducir la ingesta de hidratos de carbono, para que el cuerpo queme más grasa a través del hígado. El hígado quema la grasa vertiéndola en las cetonas, unas células metabólicas especialmente aptas para quemar la grasa, y esto hace perder peso.

Este proceso, claro, no es instantáneo. El cuerpo debe adaptarse al cambio antes de empezar a quemar la grasa. En medio del proceso, se vive una serie de efectos secundario particulares que es necesario que conozcamos.

¿Qué efectos secundarios produce entrar en cetosis?

1. Gripe cetogénica

La gripe cetogénica se produce durante el proceso de adaptación del cuerpo a la cetosis. Su nombre le viene debido a la presencia de síntomas análogos con la gripe tradicional. Algunos de ellos son:

• Dolor de cabeza.

• Fatiga.

• Aumento del apetito.

• Problemas para dormir.

• Nausea.

• Pobre desempeño físico.

Si bien estas consecuencias son desalentadoras, no hay qué olvidar que son temporales, y no deberían durar más de unos pocos días.

2. Halitosis

El mal aliento es un efecto común y poco agradable de entrar en cetosis. Este síntoma se produce por la liberación en la sangre de un elemento llamado acetona. Quienes experimentan esto, describen el olor que se emite como “frutal” y “fuerte”, en un mal sentido.

El cuerpo se deshace de la acetona a través de las vías respiratorias, lo cual deriva en ese mal aliento, el cual suele desaparecer a las pocas semanas.

3. Calambres musculares en las piernas

Este síntoma, aunque común e inofensivo, suele ser particularmente doloroso para algunos.

Los calambres de la cetosis suelen deberse a la pérdida de minerales y deshidratación, que son resultado de la pérdida de agua durante el proceso de adaptación. Este síntoma suele ser intermitente, y pueden haber otras causas más específicas que lo provoquen.

4. Problemas digestivos

Cualquier cambio drástico en la alimentación suele generar problemas digestivos. En el caso de las dietas cetogénicas de este tipo, la ausencia de líquidos y el bajo consumo de fibra suelen acarrear los siguientes síntomas:

• Estreñimiento, principalmente durante los primeros días.

• Diarrea , aunque de manera menos común.

• Otros síntomas digestivos, específicos de la dieta paralela que lleve cada persona.

También en este caso los síntomas digestivos suelen desaparecer tras los primeros días.

5. Elevación de la frecuencia cardíaca

Otro efecto secundario de la cetosis es la elevación temporal del ritmo cardíaco. Este efecto suele desaparecer luego de las primeras dos semanas, y sus causas principales son el bajo consumo de sal y la poca hidratación; no obstante, otros hábitos, como beber café en exceso o tener una rutina de sueño desordenada, suelen ser causas comunes también.

Si este síntoma no se resuelve luego de las primeras semanas, lo mejor será volver a aumentar el consumo de carbohidratos gradualmente.

6. Efectos secundarios menores

Entre los demás efectos secundarios, mucho menos comunes, se cuentan:

1. Cetoacidosis: si bien es raro que suceda, se ha reportado que la cetosis puede llevar a este desorden metabólico, especialmente en mujeres en período de lactancia.

2. Cálculos renales: la baja hidratación prolongada puede llevar a la producción de cálculos renales, si bien es raro, y normalmente otros factores intervienen en ello.

3. Aumento de los niveles de colesterol: algunas personas sometidas a este tipo de dietas cetogénicas han manifestado aumentos del colesterol LDL (el malo).

¿Cómo disminuir los efectos secundarios de la cetosis?

Los efectos secundarios de la cetosis suelen tener causas realmente comunes, como la deshidratación o la baja ingesta de sal. Estos consejos útiles deberían corregir el problema en la mayoría de los casos:

• Beber suficiente agua: mucho del peso que se pierde al inicio de la cetosis es agua. Beber unos 2 litros de ella al día debería compensar el problema.

• Consumir la sal necesaria: el sodio es otro elemento que perdemos a montón en este proceso. Aumentar su ingesta de un modo razonable o consumir más caldos son métodos útiles para evitar efectos secundarios.

• Incrementar la ingesta de minerales: las comidas altas en magnesio y potasio ayudan a reducir los calambres.

• Evita el ejercicio intenso: Hacer ejercicio de manera excesiva puede perjudicar el proceso de adaptación a la cetosis.

• Intenta primero una dieta baja en carbohidratos: hacer esto antes de entrar en cetosis es un buen método para ponerte a prueba.

• Consume fibra: comidas ricas en fibra como las nueces, las semillas o las bayas son bajas en carbohidratos, y no deberías eliminarlas por completo de tu dieta.

Conclusión

Las dietas muy bajas en carbohidratos han demostrado efectos positivos para muchas personas, especialmente para aquellos con diabetes tipo 2 o quienes sufren problemas de obesidad. ¿Significa esto que son seguras para todos?

Los efectos secundarios que hemos mencionado antes, como los calambres o la elevación del ritmo cardíaco, suelen ser temporales y poco agresivos en la mayoría de los casos. Esto significa que si se presentan durante un tiempo excesivo o con una intensidad alta, tal vez existan factores colaterales, propios de tu salud que te hagan poco apto para probar este tipo de dietas.

Si experimentas problemas mayores, lo mejor es intentar con otros métodos. Para algunos cambiar de extremo, por ejemplo una alimentación alta en carbohidratos, suele ser una buena opción.

Mantente alerta y busca siempre la mejor opción para ti.